Ubicado en la emblemática esquina de San Juan y Boedo, este bar notable, es un ícono cultural de Buenos Aires. Con una ambientación que rinde homenaje al tango y a la figura de Homero Manzi, compositor de letras como Sur o Malena, el lugar combina historia, música en vivo y gastronomía típica. Ideal para turistas o porteños que quieran revivir la esencia del barrio con shows de tango, platos tradicionales y un ambiente que transporta a otra época.

Ubicado en la calle Sarmiento, Café Paulin es uno de esos lugares infaltables del Microcentro porteño, conocido por su barra alargada, mozos velocísimos y sándwiches al paso que son una institución en sí misma. Desde temprano recibe a oficinistas, habitués y turistas curiosos que buscan una experiencia auténtica. No es un café de pose, sino un clásico real: rápido, eficiente y con ese aire de otro tiempo que lo hace único. Ideal para almorzar al paso o tomar un café entre historias de ciudad

Fundado en 1953 y ubicado sobre la calle Lavalle, Le Caravelle es un café notable que conserva su impronta europea y su encanto de época. Frecuentado por intelectuales, artistas y habitués del centro porteño, se destaca por su ambiente cálido, su pastelería artesanal y su café servido en vajilla clásica. Ideal para una pausa tranquila en medio del movimiento del Microcentro, es un rincón que invita a viajar en el tiempo sin salir de Buenos Aires

Ubicada sobre la Avenida Corrientes, a pasos de los teatros y librerías más icónicos de Buenos Aires, La Giralda es un café notable que volvió a abrir sus puertas conservando su mística original. Fundada en 1930, es especialmente famosa por su chocolate con churros, un clásico que atraviesa generaciones. Con su ambientación retro y espíritu literario, es un lugar ideal para hacer una pausa entre funciones o simplemente disfrutar de una merienda bien porteña

Ubicada en Suipacha al 300, La Ideal es una joya arquitectónica y cultural de Buenos Aires que reabrió sus puertas tras una restauración impecable. Fundada en 1912 y recientemente recuperada, conserva su estilo francés original con arañas, vitrales y mármoles que te transportan en el tiempo. Además de su cafetería, se destaca por sus milongas, espectáculos de tango y salones majestuosos que la convierten en un verdadero símbolo del centro porteño

Ubicado en la histórica esquina de Alsina y Bolívar, este bar temático recrea el ambiente de una logia masónica y revive el espíritu de la Revolución de Mayo. Fundado en 1801 y declarado Sitio de Interés Cultural por la Legislatura Porteña, El Café de Marco combina a la perfección historia argentina, ambientación única y una gastronomía que sorprende. Ideal para quienes buscan una experiencia distinta, con sabor local y un guiño al pasado

Ubicada en la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso de la Nación, esta emblemática confitería es uno de los máximos exponentes del estilo Art Nouveau en Buenos Aires. Inaugurada en 1916 y recientemente restaurada, la Confitería del Molino fue testigo de tertulias políticas, literarias y artísticas de la época dorada de la ciudad. Hoy vuelve a brillar con sus vitrales, cúpulas y detalles originales que la convirtieron en Monumento Histórico Nacional. Ideal para quienes buscan empaparse de historia, arquitectura y patrimonio en una sola visita

Ubicado en el barrio de Balvanera, este es uno de mis cafés preferidos de la ciudad. Inaugurado en 1890, es conocido por ser el café que frecuentaba Carlos Gardel y que dió nombre a una canción titulada con el mismo nombre

El Café Tortoni, bar notable ubicado en el barrio de Monserrat, es el más antiguo de la Ciudad (fue fundado en 1858). Entre sus clientes más destacados se encontraban los escritores Jorge Luis Borges, Luigi Pirandello, Federico García Lorca y Julio Cortázar, así como los músicos Arthur Rubinstein y el mítico Carlos Gardel.

Uno de las confiterías más populares de la ciudad, que seguramente alguno de tus conocidos visitó. Inaugurada en 1884, este café notable fue declarado “sitio de interés cultural” y se destaca por sus hermosos vitrales, columnas y piso de mármol y las puertas de vidrio curvas

Ubicado en el barrio de Chacarita, el Museo Fotográfico Simik funciona dentro de un bar notable: el tradicional Bar Palacio. Este singular espacio combina cafetería con una increíble colección de cámaras fotográficas antiguas, que van desde modelos de comienzos del siglo XX hasta clásicos analógicos del siglo pasado. Ideal para amantes de la fotografía, la historia y la cultura porteña, es un lugar donde se puede disfrutar de un café rodeado de piezas únicas y exposiciones temporales.